miércoles, 2 de marzo de 2011
Crítica: Cisne negro
El otro día hablamos de El discurso del rey, que (como vaticinaba) se ha llevado el Oscar a la mejor película. Otra de las nominadas en esta categoría es la película de la que vamos a hablar hoy. Esta maravillosa película de Aronofsky nos habla de una brillante estrella de Ballet que trata de llegar a lo más alto. Con una estética similar a Requiem por un sueño (del mismo director) nos adentramos en los miedos y el sufrimiento psicológico de Nina (Natalie Portman) y el precio que tiene que pagar por ser perfecta. El tratamiento de la esquizofrenia y la paranoia es sublime, no es difícil descifrar lo que es real de lo que no (en la mayoría de los casos) y no hay un gran giro final como en muchas películas del estilo (pienso, por ejemplo, en El Sexto Sentido), sin embargo, consigue atraparte hasta el final, consigue que el espectador conecte con el estado emocional de Nina, sufre con ella, siente con ella la dualidad de su alma. La película es angustiosa pero inocente en apariencia, como la protagonista, rozando el terror psicológico. En definitiva, Cisne negro es un delirio, es un descontrol controlado, es perfecta, me encanta.
Natalie Portman es, sin duda, lo mejor de la película. Es verdad que siento debilidad por ella y es una de mis actrices favoritas (sino la más) pero en esta película hace una interpretación sublime. Consigue transmitir la dualidad de su personaje, es adorable, inocente y cándida a la vez que dura, fría y agresiva siempre cuando debe serlo. Sin duda, es lo mejor de la película. Mi recomendación es que la veáis sin falta.
Lo peor: Yo diría que no hay nada malo, pero en ocasiones se sufre mucho, eso es malo hasta cierto punto
Lo mejor: Sin duda Natalie Portman y su merecidísimo Oscar.
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