viernes, 22 de enero de 2010

Haití, Haití, Haití, Haití...

Bueno, creo que este debe de ser uno de los pocos sitios en los que aun no se ha hablado del asunto, y solo porque lo tenemos extremadamente abandonado. Despues de todo el bombo y platillo que están dando los medios de comunicación al tema del terremoto recientemente acontecido en Haití, ya va siendo hora de que aquí también se diga algo.

Sin embargo, yo no voy a hablar de lo mal que lo están pasando, ni de la ayuda que necesitan, ni de lo terrible de su situación. No, todo eso ya lo sabemos más que de sobra, y ojala no hubiera ocurrido para que no lo supieramos. De lo que quiero hablar es de indignación.

Estoy sumamente indignado con la manera en que se trata el asunto. Haití lleva decenas de años siendo uno de los paises más pobres del mundo, por no decir el más pobre. La gente se muere de hambre, tienen uno de los índices más bajos de alfabetización y la sanidad es peor que pésima. Pero nadie ha movido jamás un dedo para ayudarles. ¿Por qué? Porque no era mediático. No niego que el tema del terremoto haya tocado conciencias entre los medios de información y la gente poderosa (como presidentes, bancos y artistas), pero el principal motivo de todo este movimiento, reconozcamoslo, es la publicidad. Es muy jugoso hacerse los caritativos para incrementar la audiencia. Cuanto más exploten el asunto, más dinero ganarán. Y cuando deje de ser rentable, se olvidarán de ello, y Haití se quedará otra vez pobre y destruido. Se dejarán de hacer conciertos benéficos, los presidentes dejarán de visitarles y se dejará de hablar del asunto, con la consecuente reducción de donaciones. Y cuando pregunten a toda esta gente, dentro de dos o tres meses, que por qué no siguen ayudando a Haití (que seguirá igual de mal o peor), ¿qué dirán? ¿Qué responden cuando se les pregunta sobre Nigeria, o sobre Sierra Leona?

Señores, la hipocresía ya está jodiendo bastante en los paises occidentales. No dejemos que hunda todavía más en la miseria a los paises que intentan salir del agujero. Si nos comprometemos con la causa, comprometamonos bien, no andemos ahora diciendo lo buenos y caritativos que somos y luego dando por culo con no querer aceptar el famoso 0'7%.

Para terminar la entrada, dejo una genial viñeta de parte de El Roto, sacada de El País Digital:


jueves, 21 de enero de 2010

Promesa de amor eterno

Bueno, la idea es colgar un relato corto cada martes y jueves. Si alguno no puedo, lo siento, ya es bastante que mi imaginación da para unos cuantos xD. Y total, tampoco defraudaré a muchos lectores. Ahí va el primero de muchos, espero:

- ¡Dijiste que siempre estaríamos juntos! – gritó la mujer
- Pero entiéndelo, yo no... – intentó razonar él
- ¡Me prometiste amor eterno!
- ¡Éramos jóvenes! No sabíamos...
- ¡Mentiroso! ¡Todos los hombres sois iguales! – dijo sollozando
- ¡No es lo mismo!

La mujer cambió entonces de tono a uno mucho más serio y áspero.
- Has fallado a tu promesa, Lucas. ¡Eres un traidor! Ya volverás a mí, ya, como esa vez que estuviste a punto de hacerme lo mismo justo antes de la caída de Constantinopla.

Diciendo esto, salió rauda de la habitación y cerró su argumentación con un portazo. Lucas se quedó solo y pensativo, escuchando al coche alejarse. ¿Cómo iba a saber él, cuando hizo esa promesa de amor eterno, que unos años después se iban a convertir en vampiros inmortales?