lunes, 13 de julio de 2009

Construyendo un barco para warhammer I

Capitulo 1

Iniciamos la aventura

Jamás había visto a nuestro comandante tan contento. Jade Von Talabheim, había recibido al fin, tras años de súplicas el salvoconducto imperial que le permitía cruzar el Gran Océano y llegar hasta la lejana Lustria (o más allá). Sin embargo, y como bien nos recordó con altivez el señor de Talabheim, un marinero no necesita papeles para cruzar el mar; sino barcos…

Y de esta guisa me encontraba, con un ejército imperial incapaz de cruzar el ancho río Talabec (y mucho menos el Gran Océano) cuando ¡oh! Milagro de Sigmar, encontré un barco (destrozado y bastante roto en algunas partes) hecho completamente de madera de balsa y, a juzgar por la cuidada manufactura, de compra. Allí estaba al lado de un enorme cubo de la basura, solitario, llamándome. Lo recogí y me lo llevé a casa. Fui quitando uno a uno los tornillos, los palos y toda la parafernalia hasta dejar desnudo el casco, hecho de una sola pieza de madera de balsa. Tras un pequeño lijado de la base y una remodelación de la punta quedó algo así:


Las punzadas y los destrozos no los pude arreglar, más que los más leves, pero confío que a la hora de pintarlo se quede bien bonito… En Sigmar pongo mi esperanza. A parte de la base seleccioné algunos trozos del barquito que más me servían, en algunos hice algunos cambios. También cogí un trozo de cartón y corté dos siluetas a la medida de la base para poner las barandillas del barco. Este es todo el elenco de piezas:

En concreto corte dos tiras de cartón con forma de semielipse que conformarían los bordes traseros y 4 tiras de cartón a medida que sería los bordes derecho e izquierda (dos tiras en cada lado). Corté también un círculo de cartón y una barandilla para colocarla de mirador. Del barco original cogí dos grandes tacos que harían se plataformas elevadas y casetas. El palo mayor se respetó; los palos menores se convirtieron en uno solo que llevaría el mirador y finalmente el Bauprés (lo que llevan delante, ese palito de la derecha) se convirtió en un espolón para arrollar barcos.

Para terminar con este capítulo y demostrar lo fácil que ha sido montar el barquito (teniendo en cuenta que las piezas me cayeron del cielo) pongo una foto de las herramientas que usé para montarlo

Exacto, una lija y pegamento. La navaja suiza me fue de gran utilidad, no sólo para cortar el cartón y las piezas (corta de maravilla) sino también para modelar la madera de balsa.

Y con esto terminamos con los preparativos previos. Mañana, en el siguiente capítulo, comenzando la construcción, el cartón y las casitas.

Especial agradecimiento a mi mini de la milicia imperial que me sirvió de modelo durante todo el trabajo y aparece posando en muchas fotos.


No hay comentarios: